El trabajo por valores es un concepto que ha ganado popularidad dentro del mundo empresarial en los últimos tiempos. Pero su trascendencia de cara a crear un ambiente de trabajo óptimo en las empresas no suele destacar de puertas para afuera, perdiendo su fondo frente a otras cuestiones más centradas en las formas.
En Proyectos Amaltea siempre nos interesa más fondo que forma; por ello, el trabajo por valores es parte fundamental de nuestro día a día, guiándonos en la dirección correcta ante decisiones, sean cotidianas o puramente estratégicas.
Ayer tuvimos oportunidad de poner en práctica uno de estos valores: el aprendizaje continuo. En un sector como el nuestro resulta de vital importancia que todo el personal, desde técnicos hasta administrativos, pasando por la dirección, compartamos una base teórica común. A esta, además, se suman los casos específicos y particularidades que encontramos a lo largo del año. Jornadas como la de ayer nos sirven para compartir y afianzar estas experiencias, fomentando así el crecimiento profesional y, por extensión, la calidad de nuestro servicio. Y si, además, podemos hacerlo con nuestra recién incorporada compañera, Flor Belén, que aprenderá con nosotros a través de prácticas incluidas dentro de su Formación Dual de Administración, la jornada gana doble importancia.
Así, nuestra búsqueda de la excelencia y de crear valor añadido a través de mantener a nuestro equipo atento e informado de cualquier novedad nos empujan a uno de nuestros grandes objetivos: la creación de conocimiento compartido.