La crisis del COVID-19, una oportunidad para la internacionalización de las pymes

El sector exterior español ha adquirido una capacidad creciente para contribuir al despegue de la actividad en el escenario post-COVID y, de forma gradual, en el proceso de desescalada del confinamiento. En 2019 el comercio internacional estuvo sujeto a importantes tensiones y, en este exigente contexto, se cerró el año con un moderado dinamismo e inició 2020 con resultados muy prometedores hasta que llegó la pandemia. 

Según datos del IVIE y la Fundación BBVA, el porcentaje de empresas exportadoras en España ha pasado del 3,2% al 6,1% entre 2009 y 2018, lo que ha elevado el peso de las ventas al exterior en el PIB casi 9 puntos, hasta situarse en el 23,6%. El incremento se ha producido, en parte, porque más empresas han buscado en terceros países la forma de compensar la pérdida de negocio en el mercado doméstico. Así, cifra en la actualidad en 203.990 las empresas exportadoras en España, una cantidad que multiplica por 1,9 las que había en 2009. De esta cifra solo una cuarta parte lleva cuatro años vendiendo en los mercados internacionales con regularidad. 

El nuevo escenario después de la hibernación de la economía mundial derivado del coronavirus abre la puerta a que las pymes inicien procesos de apertura de nuevos mercados en otros países, y a las que ya han comenzado este camino para que apuesten por la diversificación geográfica, ya que el 66% de las ventas españolas van a la UE, mercado solvente, pero maduro y con poco potencial de crecimiento, mientras que EE.UU. , China y Japón, que combinados importan el 28% de los bienes mundiales, apenas representan el 8% de las exportaciones españolas. En esta nueva situación se abren nuevas oportunidades también en África y América Latina. 

Esta evolución confirma que España cuenta con un tejido empresarial competitivo que, en cuanto se inicie la recuperación, ha de ser capaz de reafirmar su posición en el mercado internacional. Las oportunidades también crecen por la integración paulatina de España en las cadenas globales de valor, cada vez tienen mayor presencia los sectores más competitivos vinculados al I+D, fundamentalmente del sector farmacéutico, todas las áreas de la biotecnología, el tecnológico, el agroalimentario, así como las construcción y gestión de infraestructuras, las energías renovables, el agua o el transporte público. Mientras, los sectores tradicionales como el calzado o el textil y sus componentes están sufriendo la paralización del consumo desde mediados de marzo, lo que está afectando a los fabricantes de Asia, fundamentalmente. 

Para animar a las pymes a incrementar su presencia en el exterior las administraciones han puesto en marcha apoyos y ayudas que facilitan la financiación de los proyectos internacionales si se planifican adecuadamente. 

Los proyectos que reciben más apoyos son los que contemplan la participación en certámenes feriales internacionales en España y en el extranjero; gastos de alojamiento y desplazamiento a los mercados internacionales; planes de marketing internacional; agencias de comunicación para la publicidad en destino; campañas web, redes sociales, medios de comunicación online; registro de marca en países fuera de la Unión Europea; certificaciones y registros; la elaboración de material promocional, catálogos, folletos y cartelería; consultoría o formación; o gastos de personal de comercio exterior contratado para ejecutar el plan de promoción internacional de la empresa.  

Compártelo:

Whatsapp icon