
¿Te pagan por contratar? Sí, si sabes cómo
En un contexto de costes al alza y presupuestos ajustados, hay empresas que han sabido jugar sus cartas. No se trata de milagros ni de fórmulas secretas: solo de conocer bien las oportunidades y anticiparse a los tiempos. En Proyectos AMALTEA hemos visto cómo, en los últimos años, muchas pymes han dejado de ver las subvenciones como un recurso excepcional y han empezado a integrarlas como parte de su estrategia empresarial.
Una contratación indefinida para gestionar las redes sociales, otra desde una ETT = 30.000 euros de ayuda.
Esa fue la experiencia real de una empresa del sector servicios que en 2024 decidió estabilizar a una trabajadora que conocía de una ETT y, al mismo tiempo, incorporar a una persona joven que se encargaría de redes sociales y contenidos digitales. La suma de ambas contrataciones, correctamente planteadas y gestionadas en tiempo y forma, les permitió recibir más de 30.000 euros en ayudas públicas. Para una empresa de tamaño medio, esta cifra supone un respiro presupuestario y una oportunidad para consolidar su estructura de forma sostenible.
En otro caso, una pequeña empresa del sector industrial ha convertido estas ayudas en un pilar más de su planificación de recursos humanos. Cada año analiza sus necesidades, estructura sus contrataciones en función de los plazos de las convocatorias y se asegura de que encajen con los perfiles subvencionables. El resultado: un ahorro constante en costes laborales, mayor estabilidad en los equipos y una capacidad creciente para reinvertir en tecnología, formación y expansión comercial.
No es suerte. Es estrategia (y saber qué ayuda solicitar)
Las ayudas ECOVUL y ECOGJU están activas ahora mismo en la Comunitat Valenciana y permiten a las empresas recibir entre 10.000 y 12.500 euros por cada contratación indefinida a jornada completa. En casos especiales, los importes pueden alcanzar los 22.500 euros (en el caso de mujeres víctimas de violencia de género) o incluso 30.000 euros si se contrata a personas con diversidad funcional severa.
Los perfiles deben cumplir ciertos requisitos: estar inscritos como demandantes de empleo y formar parte de alguno de los colectivos definidos por cada ayuda (jóvenes con titulación, mayores de 50, personas en exclusión social, parados de larga duración, etc.). Y lo más importante: la ayuda debe solicitarse una vez realizado el contrato, pero dentro del plazo, que este año termina el 15 de abril para la mayoría de casos, y el 2 de junio para menores de 30 años.
Lo que marca la diferencia: planificar y contar con alguien que sepa hacerlo
Gestionar estas ayudas no es únicamente presentar papeles. Es saber si el perfil es subvencionable, si el contrato es válido, si la empresa cumple condiciones anteriores, si conviene contratar ahora o dentro de dos semanas. Es tener visión y anticipación. Además, conseguir esta subvención no es el fin del camino, si no el principio de una serie de obligaciones y desde Amaltea nos hemos especializado en acompañaros para asegurarnos que todo sale bien y no os veis obligados a devolver la subvención.
Las empresas que mejor aprovechan estas ayudas no son las que tienen más recursos, sino las que saben cuándo moverse y con quién hacerlo. Y si este año estás pensando en contratar, es probable que esta sea tu oportunidad.
Responsable de desarrollo de negocio y comunicación